Y en esa inmensidad tan oscura había algunas estrellas.
Mientras miraba ese cielo, podía sentir que le faltaba algo tan intenso, su mirada, la única nota de ángel.
Lloró por no tenerlo.
Recordó infinitas noches.
Hoy demasiada tristeza le provoca pensar que ya no es su princesa, y él ya no se duerme soñándola.
lunes 11 de junio de 2007
domingo, 16 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario