sábado, 29 de septiembre de 2007

A una amiga

Esta historia comienza hace más de diez años...
Allí están ellas, dos seres de corta edad.
Siempre cruzándose en el patio de un recreo,
o en el barrio, o en sitios cotidianos.
Aventureras, buscando sonrisas y mundos maravillosos.
Pero un día llegó el momento en que todo resultó perfecto para que se unieran definitivamente.
A partir de ese día el mundo conspiró y nació la amistad más pura que una persona puede alcanzar.
Desde entonces, son hermanas inseparables
comparten sentimientos, discuten y se enfrentan, se vuelven personajes graciosos a cada minuto, sienten casi los mismos miedos,
diciernen por cuestiones parecidas, son soñadoras antes que todo lo demás, miran a los ojos como realmente debe ser,
se apasionan por estar siempre acompañadas, se enamoran fácilmente del amor, se entristecen cuando no hay respuestas hechas de sonrisas,
no pueden soportar la seriedad inalterable, escapan a las estructura semanal y necesitan salir a pasear, se encuentran ellas mismas, una en la otra...
podrían estar días enteros viajando, escuchando música, o conversando en una plaza.
Entre ellas se adivinan los pensamientos, han llegado al punto máximo de conocerse que difícilmente se peleen.
Se han hecho muy fuertes estando juntas y sería imposible tomar rumbos distintos y dividir las pertenencias.

Gracias por ser parte de mí.
[...]


[No sé cuando vas a leer esto, hoy es un día muy especial para nosotras, sabemos cuánto esperamos este momento, y últimamente es nuestro único tema de charla, porque nos hace muy bien.
Hoy amaneciste con una noticia triste, lo cuál hace que yo lo esté también. Ya no es lo mismo. Pero hay que seguir adelante. Necesito que estés bien para que lo esté amiga. Por favor sonreí.]


Te amo amiga. Hasta el fin de nuestra existencia.


domingo 29 de julio de 2007

No hay comentarios: