Camina, sin rumbo
elige al azar.
Se sienta, descansa
detiene su andar.
No piensa, no siente
no habla, no extraña.
Es sombra que vaga
y se esfuma al pasar.
Su vida se aquieta,
la huída ya pronto lo llama.
Y su filosofía,
y su parsimonia
empujan al pobre
recuerdo
ensordecedor
que ella
suplica
y
tan solo
pretende
...
olvidar.
lunes, 19 de noviembre de 2007
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