SILENCIO

Te encuentro...
en una madrugada de invierno cuando la oscuridad reina
en un vientre interrupido que gestaba sin consenso
en el cruce de dos almas gemelas desconcidas usurpándose
una a la otra y exhalando un profundo suspiro
en la demencia de aquel que teminó de matar sin piedad
en la culminación sexual del amante
en el fracaso del soberbio y en el abismo del menospreciado
en el amanecer de un hombre infiel
en la inmovilidad del poseído de alguna pasión
en la decepción trágica de la mujer que se entregó para amar
en los trastornos que habitan el cuerpo sorpresivamente
en el inesperado momento en que un modelo va contra el ejemplo
en el descubrimiento de mi patología
en el instante en que oís a alguien decir Te Amo
en la mirada de tu peor enemigo
en la estación del tren cuando se despidió por última vez
en la indecisión del joven que está en plena búsqueda

Un magnífica omisión con presencia eterna.
Se agradece su existencia y su difusión para aliviar almas.